¿Alguna vez has sentido que no perteneces a un lugar? ¿Qué todo lo que haces está mal? ¿Qué no encajas en ninguna parte, ni siquiera en tu familia? Yo sí. Es lo que me pasa en estos momentos. Estoy aburrida de muchas cosas, de la falsedad en la que suelo vivir, de la hipocresía de mí alrededor, de tener que cohibir mis pensamientos por creencias religiosas que ni siquiera son mías. Estoy cansada de tener que escuchar mi música en un volumen bajo, para no molestar a nadie, y cuando se les da la gana ellos y/o ellas ponen su música a todo volumen. Y yo tengo que callar. No soporto seguir reprimiendo palabras y sentimientos incluidos pensamientos…No tolero. No es que no tolere, es que ya me siento incapaz de tolerar que me digan como pensar, como vestir, como comportarme, como hablar, como saludar. No lo puedo seguir haciendo, no puedo seguir con la tolerancia hacia esto, porque es una tolerancia hacia algo que odio, que detesto y de verdad cuando digo ODIO es ODIO. La sociedad, las costumbres machistas, elitistas y consumistas que nos imponen y nos tratan de enseñar desde pequeños. Siempre me dicen “Tú puedes pensar cómo quieres, sentir como quieras. No te lo voy a prohibir.” Pero no es la verdad, hacen todo lo contrario, me cohíben. Me dicen como piensas está mal, como sientes está mal, en lo que crees está mal. Y yo solo puedo agachar mi cabeza y callar. Porque entonces estaría mal. Mal según ellos. Solo me pregunto ¿el día que estalle como será? No me va a importar que pensaran o que digan. Lo que me preocupa es la manera en que podría estallar.
Realmente no comprendo ¿Cuánta necesidad hay en verse como un maniquí? Ó más bien ¿Qué necesidad hay de ello? Ninguna y sinceramente no quiero verme como uno o como un muñeco de plástico en serio. Tengo mi propia forma de pensar, de ser, de entender y ver el mundo. Tengo una forma de vestir, de hablar y de comportarme total y completamente distinta al del resto del mundo. Y me siento bien así y me gusta. Es más soy narcisista con mi forma de ser. Demuestro mi afecto de una forma no común, molestando y haciendo bromas. Soy frentera si me caes mal o te ignoro o te lo digo de frente. Pero el mundo de la hipocresía no va conmigo. El portar la ropa según la moda, me parece estúpido, verse igual a todo el mundo con condenado maquillaje me parece algo irreal. ¿Si no te gusta o no te sientes cómodo o cómoda por que llevarlo puesto? Preferiría salir en pijama –cosa que no he hecho aún- a llevar puesto algo que no me gusta y con lo que no me siento bien.
Me pone de muy mal genio, y me estresa demasiado que me digan esta hijuemadre frase “No luches contra la corriente, porque el que lucha contra la corriente se ahoga.” Vamos que mi familia me diga eso es no conocerme, mis amigos saben que soy capaz de morir y prefiero mil veces eso a seguir una corriente, todos los que han dejado su huella en la historia tanto buena como mala han luchado contra la corriente. Y aunque no deje una huella en la historia por lo menos sé y estoy feliz de no haber contribuido a un mundo de plástico. Porque prefiero el metal a una cosa que se quiebra fácil y contamina como el plástico.
Me tiene hasta la coronilla que se metan con mi estilo de música, que es mi estilo de vida. El metal. Me quiere dar un infarto cada vez que me dicen ¿Por qué escuchas esa música? “Esa música es ruido.” O cosas por el estilo ¿Por qué coños no entienden qué más música es el metal que mucha de la supuesta “música” moderna, que ni cantan ni hacen un… carajo? Hay melodía, ritmo, voces melódicas. Son músicos profesionales graduados de buenas universidades e incluso conservatorios de música clásica en Europa. Y lo que más me gusta y me hace “volar” Es que cantan con el alma y no con las hormonas. Sinceramente estoy aburrida de fingir algo que no es verdad. Solo vivir una mentira.
Realmente no comprendo ¿Cuánta necesidad hay en verse como un maniquí? Ó más bien ¿Qué necesidad hay de ello? Ninguna y sinceramente no quiero verme como uno o como un muñeco de plástico en serio. Tengo mi propia forma de pensar, de ser, de entender y ver el mundo. Tengo una forma de vestir, de hablar y de comportarme total y completamente distinta al del resto del mundo. Y me siento bien así y me gusta. Es más soy narcisista con mi forma de ser. Demuestro mi afecto de una forma no común, molestando y haciendo bromas. Soy frentera si me caes mal o te ignoro o te lo digo de frente. Pero el mundo de la hipocresía no va conmigo. El portar la ropa según la moda, me parece estúpido, verse igual a todo el mundo con condenado maquillaje me parece algo irreal. ¿Si no te gusta o no te sientes cómodo o cómoda por que llevarlo puesto? Preferiría salir en pijama –cosa que no he hecho aún- a llevar puesto algo que no me gusta y con lo que no me siento bien.
Me pone de muy mal genio, y me estresa demasiado que me digan esta hijuemadre frase “No luches contra la corriente, porque el que lucha contra la corriente se ahoga.” Vamos que mi familia me diga eso es no conocerme, mis amigos saben que soy capaz de morir y prefiero mil veces eso a seguir una corriente, todos los que han dejado su huella en la historia tanto buena como mala han luchado contra la corriente. Y aunque no deje una huella en la historia por lo menos sé y estoy feliz de no haber contribuido a un mundo de plástico. Porque prefiero el metal a una cosa que se quiebra fácil y contamina como el plástico.
Me tiene hasta la coronilla que se metan con mi estilo de música, que es mi estilo de vida. El metal. Me quiere dar un infarto cada vez que me dicen ¿Por qué escuchas esa música? “Esa música es ruido.” O cosas por el estilo ¿Por qué coños no entienden qué más música es el metal que mucha de la supuesta “música” moderna, que ni cantan ni hacen un… carajo? Hay melodía, ritmo, voces melódicas. Son músicos profesionales graduados de buenas universidades e incluso conservatorios de música clásica en Europa. Y lo que más me gusta y me hace “volar” Es que cantan con el alma y no con las hormonas. Sinceramente estoy aburrida de fingir algo que no es verdad. Solo vivir una mentira.
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